El trastorno del espectro autista es causado por algunas discapacidades en el desarrollo y diferencias específicas en el cerebro humano. Las personas que sufren este trastorno tienen problemas con discapacidades de aprendizaje, comportamientos repetitivos o restringidos en intereses, comunicación e interacción social. Aunque algunas personas que no están afectadas por este trastorno tienen síntomas similares, quienes padecen este problema tienen una vida desafiante. Su comportamiento, aprendizaje, interacción y comunicación son muy diferentes de los demás. Sin embargo, también cuentan con habilidades distintas, como habilidades avanzadas de conservación y comunicación. Al mismo tiempo, algunas personas pueden tener una comunicación no verbal sólida.

Por lo general, este problema comienza antes de los tres años de edad y puede afectar la vida del paciente a lo largo del tiempo. Puede haber una mejora en los síntomas de este trastorno con el tiempo. Los síntomas pueden ser evidentes a los 12 meses de edad en algunos niños, pero puede que no haya síntomas hasta los dos años en otros. No existen pruebas médicas para el diagnóstico de este trastorno, y los médicos suelen observar el desarrollo y comportamiento de los niños para diagnosticar este problema. Aunque no hay un tratamiento para una recuperación completa de este trastorno, los tratamientos actuales son suficientes para reducir la gravedad de los síntomas y las discapacidades de aprendizaje. En estos planes de tratamiento participan múltiples profesionales y expertos en atención médica.

Los factores de riesgo para este problema incluyen factores genéticos, ambientales y biológicos. La razón más común para este trastorno involucra el nacimiento de bebés de padres de edad avanzada, complicaciones en el parto, problemas genéticos, cambios cromosómicos y tener hermanos con el mismo trastorno. Por lo general, los padres deben consultar con el médico si el niño presenta lo siguiente:

●      Pérdida de habilidades sociales o del lenguaje a cualquier edad

●      Incapacidad para hablar al menos dos palabras o frases a los dos años

●      Incapacidad para fingir o jugar a los 18 meses

●      Incapacidad para decir una sola palabra a los 16 meses

●      Incapacidad para hacer gestos (saludar, señalar) a los 14 meses

●      Ausencia de balbuceo a los 12 meses

●      Falta de expresiones faciales o imitación de sonidos a los 9 meses

●      Incapacidad para responder con expresiones felices o sonrisa a los 6 meses