La Discalculia

La Discalculia es una marcada dificultad para aprender relaciones numéricas y operaciones matemáticas. Las causas de la discalculia son peculiaridades biológicamente determinadas en el procesamiento de la información. El defecto generalmente afecta la adquisición de habilidades numéricas básicas (contar, restar, multiplicar y dividir). Para muchos, las matemáticas ya han causado dificultades en los primeros años de escuela, pero hay personas para quienes esta no es solo una dificultad; incluso poniendo mucho esfuerzo, no pueden aprender el material como otras personas. La razón de esto son las peculiaridades de la actividad cerebral con las que una persona nace. Se estima que la discalculia afecta alrededor del 3 al 6 por ciento de la población, según los expertos.

Signos de la discalculia:

  1. Dificultad para recordar símbolos numéricos;
  2. Dificultad para aprender secuencias (de números, meses, días, etc.);
  3. Ámbito reducido de la memoria de trabajo;
  4. Dificultad para automatizar las operaciones básicas de matemáticas;
  5. Atención insostenible;
  6. Ámbito reducido de atención;
  7. Dificultad para comprender conceptos matemáticos;
  8. Dificultades en la percepción visual espacial;
  9. Muchos pensamientos negativos al pensar en matemáticas;
  10. Dificultad para cambiar de una actividad a otra.

Facilitación en el proceso de aprendizaje:

  1. Fomentar una actitud positiva;
  2. Organizar consultas regulares y cortas;
  3. Estudiar en grupos pequeños;
  4. Ofrecer enseñar a otros niños;
  5. Observar dinámicas positivas;
  6. Disfrutar el crecimiento positivo juntos;
  7. Descubrir las fortalezas humanas;
  8. No apresurar el aprendizaje de la materia;
  9. Asegurarse de que el material previamente aprendido se haya quedado en la memoria a largo plazo;
  10. Reforzar la información verbal con material visual;
  11. Preparar y utilizar recordatorios (por ejemplo, tablas de suma, resta, multiplicación y división);
  12. Entrenar la memoria auditiva;
  13. Proporcionar descansos más largos y frecuentes para niños con dificultades de concentración;
  14. Consultas con el pedagogo especializado;
  15. Enseñar actividades básicas;
  16. Enseñar a visualizar acciones para ayudar a recordar la acción.

 

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