El síndrome de Asperger, también conocido como Asperger, es un trastorno de salud causado por problemas en el desarrollo. Las personas que padecen este problema tienen dificultades en las interacciones sociales, deseo de rutinas, intereses restringidos y habilidades distintivas. Además, poseen fortalezas específicas como la atención al detalle, habilidades para reconocer patrones específicos y una notable persistencia y enfoque. Estas personas enfrentan desafíos significativos como depresión, ansiedad, movimientos no coordinados, dificultades en la comunicación no verbal y una hipersensibilidad a sabores, sonidos y luz. Existe una variación significativa de estos problemas en diferentes personas, y muchos pueden superar estos desafíos al desarrollar más fortalezas.
La consideración de servicios y terapias específicas, como medicamentos psicoactivos, terapias ocupacionales y físicas, terapia del habla y clases de habilidades sociales y terapias cognitivo-conductuales, puede ayudar a reducir la gravedad de este problema varias veces. Este síndrome es significativamente diferente del autismo porque difieren los patrones de comportamiento y las señales de comunicación. Las personas que padecen este problema tienen síntomas de autismo leve pero cuentan con habilidades lingüísticas sólidas, y no hay retrasos en el lenguaje. Según estudios científicos recientemente publicados, este problema se debe a la presencia de virus, químicos y toxinas en el ambiente. Otros estudios han mostrado que los niños tienen más probabilidades de verse afectados por este problema que las niñas.
Generalmente, el diagnóstico de este problema implica la evaluación de la coordinación motora, habilidades motoras, comportamiento ante el cambio, intereses en la interacción social, expresiones faciales durante las conversaciones y habilidades lingüísticas. No se considera una condición médica, por lo que no hay un tratamiento para este problema. Estas personas necesitan más apoyo en el trabajo, la escuela y en diferentes actividades de la vida. Un diagnóstico temprano es de gran ayuda para brindar el apoyo adecuado a las personas afectadas para mejorar su funcionamiento diario e interacciones sociales. Además, no existe una medicación específica para este problema, pero el uso de medicamentos antipsicóticos, contra la ansiedad y antidepresivos ayuda a mantener la calma y regular las emociones.